Patatas fritas las hay de infinidad de marcas, tipos, sabores y variedades, pero cuando te orientas hacia el sur y te encuentras rodeado de olivares y gente que se come cada consonante final sustituyéndola alegremente por una 'h' entreabierta y extraña, no hay lugar a dudas: En Jaén quien parte el bacalao en cuestiones patateras es «Patatas Santo Reino».