Como buenos amantes de la comida abundante y grasienta no pudimos evitar asentir repetidamente con la cabeza y ojos llorosos cuando nos invitaron a probar los nuevos platos de Foster's Hollywood. Nos miraron al estómago y propusieron la idea. Luego miraron a nuestros ojos vacíos y llorosos y entonces se percataron de que, efectivamente, hace años que la lorza es quien controla el resto de nuestras funciones corporales. El resto vino solo.
Hacía tiempo que queríamos escribir sobre ello. No en vano es uno de nuestros restaurantes favoritos. Oh puristas de la gastronomía, escandalizaos y echad vuestras manos a la cabeza, porque no vamos a hablar de las bondades del AOVE