Vale que no están horneados, que las masas brillan por su ausencia y ¡ni siquiera llevan azúcar!, pero qué diablos, si no escribimos sobre esto reventamos.
Al primer bocado desconcierta. Es una mezcla extraña, blandita pero crujiente, acaramelada, tostada, dulce e intensa. El sabor a nueces comienza a extenderse y los matices a mantequilla se manifiestan suavizando el conjunto y envolviéndolo en el paladar.
No conocemos su nombre y deducimos que no se llama "Chocolate", puesto que es lo único que figura al fondo, en letra grande y con pocos ornamentos de temporada
Patatas fritas las hay de infinidad de marcas, tipos, sabores y variedades, pero cuando te orientas hacia el sur y te encuentras rodeado de olivares y gente que se come cada consonante final sustituyéndola alegremente por una 'h' entreabierta y extraña, no hay lugar a dudas: En Jaén quien parte el bacalao en cuestiones patateras es «Patatas Santo Reino».
