Mariades, enfermera tanto de profesión como de vocación, y declarada absoluto desastre para la cocina. Si en casa existiera una zona cero, sin duda comenzaría en la puerta de ésta parte de la casa. Le encanta las cosas ñoñas, el color rosa y los zapatos.
Un día descubrió que la cocina dejaba de provocarle sarpullido si de repente se encontraba rodeada de azúcar, vainilla y totalmente embadurnada de harina. Esto no sólo ocultaba sus primeras canas, además le despertaba la creatividad.
Dejó de ser virgen el día que horneó sus primeras galletas y las decoró con glasa. Eran auténticos mazacotes de galleta recubierta de glasa de colores de aspecto burbujeante, etéreo e intimidatorio, más propio de una película de John Carpenter que de una cocina en una plácida tarde de otoño.
A pesar del aspecto poco habitual, el sabor era agradable y los fans del «Fade to Black», «Flashback» y de una veintena más de videojuegos del 2000 y de otros tantos clásicos de la ciencia ficción, disfrutamos con los primeros cupcakes azul "hipoxia", verde "si yo fuera tú, me lo amputaría" o rosa "¿ese rosa es rosa o salmón?".
Realmente tenían un aspecto horrible.
Aquello ocurrió en 2012, y desde entonces continua endulzando, horneando y convirtiendo en obesos felices a todos los que le rodean. Sigue odiando la cocina tradicional y aún le produce sarpullido.
Alex Fernández, informático y diseñador gráfico de profesión. Si alguna vez habéis tenido la oportunidad de leer «greensouth.net», sí, es él.
«Un bloguero de verdad, se programa su propio CMS, ¡he dicho!»
Aficionado a la fotografía, a los aparatos con luces, videojuegos y a cualquier cosa que muja, gruña o pueda rebañarse en salsa. Sus sueños son: hacerse un "American Beauty" sobre una cama de «Bacon-cheese fries» del Foster's Hollywood y alicatar el cuarto de baño con pantallas LED cuando le toque la lotería.
Tan culpable como Mariades en el desastre alienígena del 2013. De hecho la idea de las burbujas de aspecto extraterrestre sólo pudieron salir de su cabeza. Nunca salió uno de esos bichos de "Alien" del interior de las ampollas de la galleta, lo que le produjo una frustración inconmesurable. Que jamás le subiera un bizcocho también contribuyó.
Desde entonces prefiere mantenerse al margen y sólo se acerca a la comida para fotografiarla, comérsela y efectuar algunas críticas y modificaciones a las recetas originales, desde su perspectiva de ex-obeso sibarita y tragaldabas.
Estupefacto al descubrir que después de 7 años Mariades seguía ganándole al «Need for Speed: Most Wanted», se lo terminó vendiendo a un cani para así ocultar su vergüenza y humillación para siempre.